Una madre preparaba muchos pasteles diferentes para sus hijos. Un día preparó una torta con tanto amor que, al sacarla del horno, a todos se les hizo agua la boca.
- Mamaíta querida, mamaíta guapa, danos un trozo - le suplicaron sus hijos, golosos e impacientes, haciéndole mil zalamerías.
- Sí, sí, pero esperad a que se enfríe y os la podréis comer entera.
La torta, al oír la suerte que le esperaba, se asustó. Saltó de la bandeja, echó a rodar y nunca más volvieron a verla.
- Mamaíta querida, mamaíta guapa, danos un trozo - le suplicaron sus hijos, golosos e impacientes, haciéndole mil zalamerías.
- Sí, sí, pero esperad a que se enfríe y os la podréis comer entera.
La torta, al oír la suerte que le esperaba, se asustó. Saltó de la bandeja, echó a rodar y nunca más volvieron a verla.
2 comments en "La torta asustada"
perdonen era yo
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