De pequeña, la hija del rey había perdido la palabra, a consecuencia de un gran susto, y desde entonces siempre estaba sola y triste. Su única alegría era cuidar las flores del jardín.
Un día, en medio de las flores, apareció una extraña planta que nadie había visto nunca. Desde el primer momento la joven le dedicó cuidados especiales. Pasaba horas y horas ante la planta y, aunque no fuera posible, parecía que le hablara, o hacía gestos como maravillada por lo que oía.
Al fin, el rey, creyendo que su hija estaba embrujada, fue y arrancó la planta.
- ¿Qué has hecho, padre? -exclamó la princesa; la impresión le había hecho recuperar el habla.
En el mismo instante, la planta se convirtió en un príncipe. La princesa contó a su padre que el príncipe había pedido a un hada que lo convirtiera en planta para estar cerca de ella. Era el 14 de febrero y parece ser que por ésto el día de San Valentín es la fiesta de los enamorados; como aquellos dos príncipes, que se casaron y fueron siempre felices.
Y todo gracias al amor de la princesa por las plantas.
Un día, en medio de las flores, apareció una extraña planta que nadie había visto nunca. Desde el primer momento la joven le dedicó cuidados especiales. Pasaba horas y horas ante la planta y, aunque no fuera posible, parecía que le hablara, o hacía gestos como maravillada por lo que oía.
Al fin, el rey, creyendo que su hija estaba embrujada, fue y arrancó la planta.
- ¿Qué has hecho, padre? -exclamó la princesa; la impresión le había hecho recuperar el habla.
En el mismo instante, la planta se convirtió en un príncipe. La princesa contó a su padre que el príncipe había pedido a un hada que lo convirtiera en planta para estar cerca de ella. Era el 14 de febrero y parece ser que por ésto el día de San Valentín es la fiesta de los enamorados; como aquellos dos príncipes, que se casaron y fueron siempre felices.
Y todo gracias al amor de la princesa por las plantas.
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