El rey padecía una gravedad y desde entonces no volvió a ser el mismo. Antes era alegre y amable, pero ahora estaba triste y silencioso todo el día.
Nada le divertía, todo le aburría y sus bostezos hacían bostezar a toda la corte. Deseaba algo, pero no sabía qué y ¿cómo se consigue algo que no se sabe lo que es?
Sus ministros hicieron venir a médicos y sabios de todo el mundo y le compraron juegos y pasatiempos extraños. Pero todo fue inútil.
Un día llegó a palacio una viejecita:
- Yo tengo lo que necesita el rey. A cambio me daréis mi peso en oro.
Le dijeron que sí, pero ¡increíble! Todo el oro que se ponía en la balanza no conseguía nunca equilibrar su peso. Los ministros estaban desesperados. Entonces la viejecita soltó una carcajada y dijo:
- El rey quiere una pompa de jabón y yo se la doy.
Y empezó a soplar por un canuto que había mojado en un cuenco de agua con jabón. El rey, de repente, volvió a sentirse feliz y lleno de energía, y con él se alegró toda la corte y todo el reino.
Nada le divertía, todo le aburría y sus bostezos hacían bostezar a toda la corte. Deseaba algo, pero no sabía qué y ¿cómo se consigue algo que no se sabe lo que es?
Sus ministros hicieron venir a médicos y sabios de todo el mundo y le compraron juegos y pasatiempos extraños. Pero todo fue inútil.
Un día llegó a palacio una viejecita:
- Yo tengo lo que necesita el rey. A cambio me daréis mi peso en oro.
Le dijeron que sí, pero ¡increíble! Todo el oro que se ponía en la balanza no conseguía nunca equilibrar su peso. Los ministros estaban desesperados. Entonces la viejecita soltó una carcajada y dijo:
- El rey quiere una pompa de jabón y yo se la doy.
Y empezó a soplar por un canuto que había mojado en un cuenco de agua con jabón. El rey, de repente, volvió a sentirse feliz y lleno de energía, y con él se alegró toda la corte y todo el reino.
1 comments en "La pompa de jabón"
guao estoy inpresionado con este cuento sin sentido
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